Mauricio Macri lanzó la licitación más importante de la Ciudad, que le significará al gobierno porteño un gasto de 29 mil millones de pesos para la próxima década.
El jefe de gobierno firmó el decreto 162 del año 2013 que deja abierta la licitación para la recolección de la basura porteña.
El pliego viene siendo trabajado desde hace más de un año. La ley que la Legislatura aprobó tras duras negociaciones entre el Ejecutivo y Hugo Moyano data del 8 de diciembre de 2011. Es justamente con el líder de los Camioneros con quien falta ajustar algunos detalles para redactar el nuevo contrato.
El gobierno porteño invertirá 2900 millones de pesos por año para recolectar la basura de las calles porteñas. Los contratos se firmarán por ocho años con posibilidad de dos años más de prórroga, por lo que las adjudicaciones les podrán durar diez años a las empresas ganadoras.
El sistema
La Ciudad se dividirá en seis zonas de recolección, tal como sucede con el actual contrato. Pero como anticipó LPO, la gran novedad será el sistema ideado para la zona uno o Microcentro
En el gobierno porteño hablan de la “zona boutique” al referirse al Microcentro, que concentrará los mayores avances tecnológicos, al estilo de los centros históricos de Roma, Barcelona o Madrid.
En el Microcentro los contenedores estarán soterrados y habrá pequeñas barredoras para limpiar las peatonales, que se combinarán con camiones de recolección de tamaño reducido para las calles del Centro. Además los camiones pasarán con mayor frecuencia.
Por otro lado se impondrá el sistema de camiones de carga lateral de contenedores en el 70 por ciento de la Ciudad, por lo que se deberá renovar casi toda la flota de camiones. En tanto que en el otro 30 por ciento del territorio, la carga de los residuos se seguirá realizando por detrás de los vehículos.
Campaña
Para evitar que la basura quede desparramada en las calles a pesar de la recolección de los camiones, el gobierno porteño iniciará una campaña de concientización para separar los residuos.
En el gobierno advirtieron que pese a que algunos vecinos separan los residuos reciclables en sus hogares, suele suceder que los encargados de los edificios juntan todas las bolsas pequeñas en bolsas de consorcio que destinan a los contenedores de basura húmeda y la separación termina siendo inútil.
Uno de los mayores problemas que detectó el Ejecutivo es la tarea de los cartoneros, que separan la basura en plena vía pública y arrojan en la calle lo que no les sirve.
Los improductivos contenedores verdes serán reemplazados gradualmente por contenedores en forma de campana, en los que se depositarán los residuos secos de manera separada.
El gobierno capacitará a los recicladores urbanos para que trabajen con estos contenedores, para que no rompan las bolsas en la calle.
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Macri licita la basura por 29 mil millones de pesos
