Menos de 24 horas después de su paso por Tierra del Fuego para hacer campaña, Javier Milei autorizó vía decreto el desembarco de tropas norteamericanas en Ushuaia para realizar tareas de entrenamiento conjunto con la Armada Argentina. La decisión desató todo tipo de conjeturas luego de que el presidente le besara la mano a Donald Trump la semana pasada en Nueva York, adonde llegó junto a Luis «Toto» Caputo para mendigar un salvataje financiero y recobrar algo de pulso de cara a las elecciones de octubre. Consultado este martes por la letra chica de es «A mí no me dijeron nada de eso «la promesa de levantar una base naval «conjunta» en la capital fueguina volvió a pisar la ciudad austral en abril de este año si el Gobierno sometía el plan de entrenamiento a la lupa del Congreso, el único poder del Estado -según la Constitución- habilitado para autorizar la entrada y salida de milicias.
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