El verde ha puesto mano el “mítico” estadio para una remodelación, que comprende campo de juego, iluminación, cabinas de transmisión y la posibilidad de riego artificial.
La pelota está parada, no hay partidos, ni campeonatos y las hinchadas tienen la garganta de vacaciones, pero los clubes siguen con los trabajos en sus estadios para brindar mayor comodidad, seguridad y mejor presentación en sus instalaciones y campo de juego, para beneficio de los protagonistas (jugadores) y quienes acompañan en la fiesta periodistas y público en general.
Luego de la finalización de la temporada 2015, donde el Club “Ferroviario” entregó medallas a sus jugadores de inferiores e infantiles, (en el pasado año obtuvo tres títulos se consagró campeón en cuarta y bicampeón en novena) y de haber hecho un festival de doma, la Comisión Directiva de la institución, puso manos en la remodelación del estadio que incluye las cabinas de transmisión, mejora en el campo de juego y en la iluminación.
El trabajo de las confortables cabinas ya se había iniciado en el último semestre del 2015, estando ya en la etapa final con los trabajos de terminación de la misma que incluye revoques, pisos, techado, trabajos de electricidad etc., una deuda pendiente del Isidro Ranale con la prensa, no solo local sino también de la zona que viene a cubrir los torneos de la Unión Regional o de Federación Norte y que ahora tendrán comodidad más que necesaria para desarrollar la tarea informativa. Además, la estructura edilicia debajo de las cabinas se utilizará como sala para utilería y cantina para locales y visitantes.
En cuanto a la iluminación del estadio y lugares adyacentes se han colocado nuevos reflectores para potenciarla y dejarlo de la mejor manera para la disputa de los partidos nocturnos que con el correr del tiempo se van incrementando por distintas circunstancias y que muchas veces hacen perder la localía de algunos equipos por no tenerla o por ser deficiente.
En tanto en el terreno de juego, se han hecho los trabajos preliminares de acomodamiento del suelo, para luego emparejarlo y sembrarlo con semillas de estación, el mismo para estar en condiciones optimas demandaría aproximadamente 60 días, lo que le permitiría comenzar el nuevo torneo en su cancha, además el sueño de dirigentes y allegados es poder dotar el “Ranale” con el riego artificial para un mejor mantenimiento, “estamos trabajando para hacerlo realidad” confió un alto directivo.
Mientras los dirigentes están abocados en este gran proyecto, que muestra que con sacrificio, compromiso y mucha voluntad para conseguir recursos, en estos tiempos tan difíciles siempre se puede mejorar, no se descuida lo futbolístico, ya que se encuentran en la tarea no menos importante de contratar el entrenador de primera división, en reemplazo del renunciante Gustavo Finamore, uno de los apuntados sería Gustavo Batista recientemente desvinculado de Peña La 12, la idea es comenzar los entrenamientos la primera semana de febrero con vistas a los torneos 2016