“La tarifa no va a la par de la inflación”

Así lo expresa Sebastián Álvarez, presidente de la Cooperativa de Trabajo Transportistas de Chacabuco Ltda. El dirigente asegura que los costos “son enormes” y también explica cómo trabajan en un mercado en el que no siempre se pagan las tarifas acordadas a nivel nacional. La falta de lluvias y el precio de los granos también influyen directamente en esta actividad.

La institución que preside Álvarez tiene una larga trayectoria en nuestra ciudad dedicada al transporte de cereales a granel, subproductos de producción agropecuaria, y cargas en general. En cuanto a la dimensión de la cooperativa, el presidente comenta: “por ahora somos unos treinta camiones, aunque para la cosecha se agrupan muchos más, incluso algunos que vienen de afuera”. Asimismo, explica: “nosotros estamos afiliados a la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac)”. Esta institución a la que hace referencia agremia a entidades de transporte de todo el país y su cuadro tarifario es tomado en cuenta por el sector público y el sector privado para la contratación de transporte de granos.
El titular de la cooperativa de transportistas detalla la forma de trabajo: “tenemos fixtures por distancias, ya sea para la corta, la media, o la larga, y nos vamos turnando”. Además aclara que tienen clientes no sólo en el partido de Chacabuco, sino que trabajan para empresas de la zona. También le preguntamos al dirigente sobre cómo está la flota de camiones asociados a la entidad. “Tenemos unidades de entre diez y treinta años de antigüedad”, contesta, y añade: “en esto todavía estamos un poco desactualizados, esperando años buenos para mejorar”. Álvarez introduce otro aspecto que influye en la actividad: “Acá en Chacabuco muchos productores tienen su propio transporte. Esto nos afecta porque ellos mismos se trasladan su propio grano”.

Valores actuales
Sobre la última actualización, Álvarez expresa: “salió una tarifa nueva en los primeros días de enero. Hubo una modificación importante porque los costos dieron un salto enorme: el gasoil, los neumáticos, la verificación, los repuestos; todos los costos relacionados con el camión han subido mucho. Seguramente subieron más que la tarifa que se acordó”. Aquí el transportista dispara la frase del título de esta nota: “La tarifa no va a la par de la inflación. Encima, muchos de nuestros costos están en dólares, pero nosotros cobramos en pesos”. En ese sentido, adelanta que “antes de la próxima cosecha deberíamos tener un nuevo aumento de los fletes, porque como viene todo, los costos van a seguir subiendo”.
Respecto a cuánto están cobrando actualmente, el presidente de la cooperativa local dice: “hoy la tarifa de movida del cereal está en tres mil ochocientos pesos”. Se refiere al costo por tonelada y hasta diez kilómetros. Sin embargo, según se puede verificar en la web de la Catac, ese valor inicial es de $4.279,47. La diferencia se debe a que. como comenta el transportista, “Una vez que sale la tarifa nueva, los fletes se arreglan con las cooperativas agropecuarias, con los acopiadores y también con algunos transportes que trabajan para diferentes empresas”. Consultado sobre si los dadores de carga respetan la tarifa en cuestión, el entrevistado afirma que “ahora está bastante bien el cumplimiento. Las cooperativas, o empresas como Grupo Ferrari, Don Mario, se mantienen en la misma línea de la tarifa”. Sin embargo, reconoce que aparecen otros contratadores que tienden a hacer arreglos, siempre tirando hacia abajo el precio. En cuanto a los pagos, asegura que son “de treinta días para arriba, nunca se cobra antes”. Y agrega: “nosotros pagamos todo al contado, por ejemplo, en el combustible nos dan apenas siete días de plazo, más de eso no hay”.

Falta agua, falta trabajo
Durante el último tiempo de su mandato, el gobierno nacional anterior hizo hincapié en que muchas de las dificultades que enfrentó estaban relacionadas con la brutal sequía que se manifestó. Las propias fuentes oficiales estimaron una pérdida de alrededor de 20 mil millones de dólares para las arcas del Estado. Ese mismo fenómeno meteorológico afectó -y lo sigue haciendo- a los transportistas de granos. “El 2023 fue un año muy malo para el productor rural y al no haber cosecha no hubo cereal para mover, por lo tanto para nosotros también fue una temporada muy mala”, recuerda el dirigente, y agrega que la reciente cosecha de granos finos fue “regular, no fue buena”. Sin embargo, Álvarez asegura que “si no pasa nada raro, deberíamos tener una buena cosecha de soja y maíz”, aunque todo dependerá de que siga lloviendo para acompañar el desarrollo de los cultivos.
Aquí el entrevistado hace notar otro aspecto que impacta directamente en el trabajo de los transportistas: “los granos no tienen buen precio y eso también influye”. Se refiere, por ejemplo, al precio internacional y de exportación de la soja, que no para de caer, llegando a niveles mínimos desde noviembre de 2021. La merma fue más abrupta en la harina, que es el principal producto de exportación de la Argentina, la cual pasó de valer USD 474,63 a USD 390,54 la tonelada según valores del 30 de enero. Esto equivale a una pérdida del 17,72%, mientras que el caso del aceite el retroceso fue del 8,7% hasta los USD 1.004,19 la tonelada. En este punto entra a jugar el recurso del silobolsa. “El productor guarda el cereal hasta que haya buen precio y a veces está varios meses sin mover el grano, con lo cual nosotros tampoco trabajamos”, afirma Álvarez.

Fuente: Diario Cuatro Palabras

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