La superficie arrasada por las llamas en Chile supera las 247.000 hectáreas y siguen surgiendo nuevos focos. Se reporta que los incendios han dejado al menos 27 fallecidos y más de 3.500 damnificados. Asimismo quedaron destruidas más de 1.000 viviendas e infraestructura civil.
Los bomberos combaten el fuego con helicópteros, apoyados por especialistas de Brasil, México y Venezuela. En este contexto, desde la medianoche de este viernes entra en vigor el toque de queda decretado por el presidente Gabriel Boric en las tres regiones más afectadas: Ñuble, Biobío y La Araucanía. La medida tiene como objetivo garantizar la seguridad y tranquilidad de las familias afectadas.
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