El papa Francisco afirmó que «verdaderamente hay muchas lágrimas en esta Navidad» al recordar durante su tradicional bendición «Urbi et Orbi» (A la ciudad y al mundo) en el Vaticano a los cristianos perseguidos en Irak y Siria, el conflicto ucraniano, la epidemia del ébola en África Occidental y a los niños que sufren abusos.