Así se refirió el ingeniero agrónomo Agustín Rocha al comentar cómo están afectando las plagas al cultivo de soja. Nos describió un escenario en el que las orugas están atacando fuerte y no hay que dejar de monitorear los lotes.
Según Rocha, “esta campaña se caracterizó por una alta presión de oruga, principalmente de bolillera, que estuvo desde el principio afectando la implantación de los cultivos, sobre los brotes. Luego vinieron medidora, anticarsia y, ahora, nuevamente bolillera con un gran pico poblacional que está afectando en toda la zona a las sojas de primera y de segunda con un ataque que no se ha visto en los últimos años y que es muy generalizado. En el principio había lotes que tenían y otros que no, pero ahora vemos que prácticamente todos los lotes tienen al menos presencia de bolillera que comienzan a atacar vainas, que es lo grave de esta plaga, porque afecta directamente el rendimiento a través del consumo de granos”.
Según nos explicó el ingeniero: “el comportamiento de la oruga no está bien determinado en cuanto a si está defoliando, si está sobre el brote o si está sobre las vainas. Hay momentos en que está comiendo hojas y es menos grave, y momentos en los que come vainas y ahí sí es grave, es cuando los umbrales de ataques deben bajar para considerar que el daño es directamente sobre el rendimiento”.
Con respecto al monitoreo la recomendación que nos hizo Rocha es “ver los lotes como sea, de alguna forma; aunque haya un poco de barro o nos mojemos un poco, hay que tratar de llegar a los lotes y verlos porque es una situación crítica. Que esté lloviendo no significa que se van a caer las orugas o que vayan a disminuir los niveles y lo mismo pasa con la arañuela: estamos viendo que -a pesar de la cantidad de milímetros que cayeron en estos días- persiste la plaga donde no se hicieron aplicaciones, por eso recomendamos seguir monitoreando”.
Por último, este profesional nos recordó que –en cuanto a los químicos para combatir a las plagas- “hoy existen varias alternativas de productos, incluso los “banda verde”, que afectan solamente a las orugas y son bastante seguros para el ambiente”.
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