Un estadounidense lleva trece años en una relación con una muñeca inflable llamada Sidore Kuroneko, a quien Dave Cat adquirió en 2000 en un club gótico y convirtió en su esposa.
La mujer de plástico sufrió un corte en su espalda, por lo que Cat decidió comprar otra muñeca para cuidar a la anterior y la llamó Elena.
Cat contó al diario ‘The Atlantic’ que Sidore no se puso celosa con la situación y que vive un triángulo amoroso con ambas, a quienes señala como su esposa y su amante.
«Mi relación con ellas se basa en 70% de sexo y 30% de compañía», confió el hombre, de 37 años. «Cada vez que vuelvo a casa, hay dos mujeres sintéticas hermosas que me esperan, que actúan como musas creativas, modelos de fotos y parejas románticas. Hacen mi piso menos vacío, y nunca uno tiene que preocuparse de que se conviertan en personas desagradables», explicó.
Tanto la esposa como la amante de Cat tienen cuentas de Facebook y Twitter, según contó el hombre, donde las mujeres publican fotos con los vestidos y joyas que les obsequia su pareja.
La particular vida sentimental de Cat le ha traído algunos problemas en la relación con su familia. «En los últimos dos años mi madre se ha abierto más a la idea de compartir con ellas. Mi padre en cambio se niega categóricamente a hablar del tema. El desearía que yo fuera más convencional», contó.
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