(Por Victoria Fernández Paz. Militante radical) Si bien admitir que las reformas son la muestra de un avance y cambio trascendente…es lamentable, indignante y dual la sensación que causan con esa ambición de poder, utilizando las prerrogativas de orden público como escenario político para hacer mas política.
En efecto, la reforma no viene a favorecer el acceso de los pobres y marginados a los tribunales; no disminuye los costos del litigio ni combate los formalismos que convierten al proceso judicial en un territorio reservado para unos pocos. Otra vez, en su esencia, la reforma refuerza claramente la posición de los más poderosos (los funcionarios del Estado) y de los más ricos.
Dejémosnos de ensuciar a la UCR y otros independientes, por el solo hecho de no estar a favor de todas las reformas que el oficialismo pretende día a día para unificar el poder en unos pocos. Nos adjudican la funcionalidad al grupo Clarín, cuando el mismo sector que les abrió las puertas a estos grupos hoy son los disidentes utilizando el nombre de la República y la democracia, haciéndose conocer como garantes de la democratizacion de la justicia y mejoras para los ciudadanos.
Como han expresado los distintos representantes de nuestro partido, como tales y como cuidadanos, creemos en la justicia independiente, porque es el pueblo el que está reclamando que defendamos a la justicia, a los intereses de la República y los derechos individuales.
Hoy más que nunca no olvidemos la sabia frase de Hipólito Yrigoyen: «Es indispensable fijar como condición irreductible que la moral política es la base de todos los progresos y de todas sus formas eficientes».
