El Juzgado de Garantías Nº 4 de Bahía Blanca, a cargo de la doctora Marisa Promé, dispuso la prohibición de salida del país de la influencer Francisca “Frany” Pérez, en el marco de las denuncias por presuntas estafas en la venta de entradas para el encuentro que la Argentina y Brasil jugaron a fin de marzo por las eliminatorias sudamericanas de fútbol.
La medida, de tipo cautelar, es por un plazo inicial de 6 meses y también incluye a la hermana de la bahiense, Martina Pérez Espinosa, y al supuesto proveedor de los tickets para el partido, el empresario capitalino Julián Ariel Bisignano, según informa La Nueva.
La noticia fue comunicada a la Dirección Nacional de Migraciones, entre otros organismos.
Previamente, el mismo juzgado había decidido, siempre como mecanismo preventivo, inhibir los bienes y congelar las cuentas y billeteras virtuales de Frany, su hermana y Bisignano, a partir de la presentación de un particular damnificado, representado por los abogados Valentín Fernández y Martiniano Greco.
En una resolución paralela, la jueza -por pedido del abogado Maximiliano Gorg, quien representa a Pérez- también había dictaminado una restricción de acercamiento del “intermediario” a la influencer, ya que ella denunció haber sido amenazada por el hombre.
La investigación, mientras tanto, sigue a cargo del fiscal Gustavo Zorzano, con la incorporación de testimonios y de variada prueba documental solicitada oportunamente.
Las denuncias
Son decenas de denuncias las que acumula la UFIJ N° 10, todas por la posible comisión del delito de estafa que, según el artículo 172 del Código Penal, prevé penas de un mes a 6 años de prisión y consideran penalmente responsable de la maniobra a Francisca “Frany” Pérez Espinosa.
Se trata de distintas personas -muchas de nuestra ciudad- que habían acordado con la influencer, a través de su página Frany Tickets, la compra de boletos para el clásico sudamericano. La mayoría pagó una seña, pero nunca recibió las entradas. La influencer, a su vez, se declaró inocente y culpó a su proveedor. “Soy una víctima más”, dijo.
De acuerdo con datos recabados por DIB a partir de información que circula en un grupo de WhatsApp creado por damnificados, la estafa afectó a casi 400 personas por un valor que supera los $ 380 millones. Si bien el precio promedio de la entrada rondaba los $ 300.000, algunas personas habían reservado dos o más tickets, y de ahí sale la suma total.
Fuente: https://dib.com.ar/