Chacabuco tiene otro cura: se realizó la ordenación sacerdotal de Agustín Báez

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El sábado pasado al mediodía, el Estadio Centro de la Ciudad de Chivilcoy fue el escenario de la ordenación sacerdotal de Agustín Báez, el joven cura que se suma ahora a la Parroquia San Isidro Labrador. Asimismo, se ordenaron Agustín Denezio y Nicolás Monti, junto con el diácono Manuel Asenzo. La ceremonia estuvo presidida por monseñor Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de la Arquidiócesis Mercedes-Luján.

«Con gozo y alegría, confiados en el Señor, en la mañana de este sábado 22 de marzo,  nuestro Padre Obispo Jorge Eduardo presidió la Santa Misa por medio de la cual fueron ordenados Sacerdotes Agustín Denezio, Nicolás Monti y Agustín Báez; quienes a través del rito de la imposición de las manos y la oración consagratoria de nuestro Arzobispo, en un gesto que significa ya desde el tiempo de los apóstoles la transmisión del poder sacramental del Espíritu Santo. Asimismo, en este rito litúrgico, el Arzobispo entregó el libro de los Evangelios al seminarista Manuel Asenzo, quien arrodillado, recibió el ministerio del diaconado», publicó la web de la Arquidiócesis.

La decisión de realizar la ceremonia en el estadio, en lugar de hacerla en la catedral de Mercedes, como en otras ocasiones, respondió a la gran convocatoria de la comunidad, que quiso acompañar a estos jóvenes en su paso trascendental hacia el sacerdocio. Desde temprano, cientos de personas comenzaron a llegar al lugar, con grupos de oración, seminaristas y sacerdotes de distintas parroquias de la arquidiócesis, generando un clima de profunda
espiritualidad y alegría.

Concelebraron la Eucaristía, el Obispo Auxiliar de Mercedes-Lujan, Monseñor Mauricio Landra y el Obispo Auxiliar de Bahía Blanca, Monseñor Pedro Fournau; junto a los Vicarios Generales, Padre Lucas Figueroa y Padre Daniel Guerra; el Rector del Seminario, Padre Lucas Jerez y el clero de nuestro Iglesia arquidiocesana de Mercedes-Luján.

La misa de ordenación fue un evento cargado de simbolismo y emoción. Durante el rito, los candidatos al sacerdocio se postraron en el suelo en señal de entrega total, mientras se entonaban la letanía de los santos. Luego, monseñor Scheinig impuso las manos sobre cada uno de ellos, confiriéndoles el sacramento del orden. Tras la imposición de manos y la oración consecratoria, los nuevos sacerdotes recibieron sus ornamentos litúrgicos y fueron presentados ante la asamblea, que los ovacionó con un caluroso aplauso.

En su homilía, el arzobispo destacó la importancia del compromiso sacerdotal en tiempos desafiantes para la Iglesia y llamó a los nuevos presbíteros a ser «pastores con olor a oveja», cercanos a la gente, humildes y entregados al servicio. También instó a la comunidad a seguir apoyando a los sacerdotes en su camino de fe y misión.

Al finalizar la celebración, los nuevos sacerdotes impartieron sus primeras bendiciones a familiares y amigos, mientras la comunidad continuaba los festejos con cantos y abrazos. Muchos destacaron que la gran convocatoria y el fervor vivido en el Estadio Centro reflejan el profundo sentido de pertenencia y compromiso de la Iglesia local.

La jornada concluyó con un compartir fraterno, donde los fieles pudieron acercarse a los ordenandos y agradecerles por su entrega.

Fuentes: https://www.larazondechivilcoy.com.ar/ y https://arquimercedes-lujan.com.ar/

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