Según se lee en el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires(BCBA) en lo que respecta a maíz con destino a grano comercial, la siembra cubre el 98,3 % del total nacional, luego de un progreso intersemanal de 3,2 puntos porcentuales.
La falta de lluvias y las altas temperaturas registradas durante las últimas semanas de diciembre y lo que va del mes de enero han impactado inicialmente en la condición hídrica del suelo y, en consecuencia, en la condición del cultivo de maíz, limitando el potencial de rendimiento. Las zonas más afectadas han sido las del centro-este agrícola, con un foco crítico en los partidos que integran la zona núcleo sur y el oeste bonaerense.
Pese a que la semana pasada se registraron precipitaciones, principalmente sobre Córdoba, sur de Santa Fe y Entre Ríos, en el norte de Buenos Aires fueron desparejas en su intensidad y su distribución.
La condición de cultivo Normal/Buena ha disminuido en 7 pp, al igual que la condición hídrica Adecuada/Óptima, que cayó 5 pp, a pesar de las últimas lluvias.
«En el caso del maíz, con el 98,3% del total nacional ya implantado, la sequía obliga a reducir nuestra proyección de producción a 49 millones de toneladas, es decir, 1 millón de toneladas por debajo de la estimación anterior», señaló la entidad porteña.
«Si bien los maíces tempranos sembrados en septiembre lograron escapar a la etapa más seca, los cultivos implantados en octubre y principios de noviembre han sido los más perjudicados, ya que atravesaron su período crítico en plena sequía. Por otro lado, los planteos sembrados en diciembre y enero transitan su periodo vegetativo con menor demanda hídrica, presentando síntomas de estrés hídrico como acartuchamiento de las hojas, aunque podrían recuperarse si las lluvias regresan a la región», indicó la BCBA.