Las facturas de luz y gas tendrán el mes próximo un alza del 4% promedio fruto del salto autorizado este miércoles por el Gobierno Nacional de Javier Milei, que, mientras se mece en la hamaca de la victoria en la macroeconomía con la desaceleración de la inflación como principal bandera, apenas si lanza salvavidas a los hogares y comercios ante la cruda licuación del poder adquisitivo, el creciente nivel de desempleo y, en este caso, los intempestivos incrementos en servicios domésticos de todo tipo.
El 4 de septiembre es el último día para inscribirse en el Registro de Acceso a los Subsidios de Energía (RASE) y así conservar los subsidios otorgados por el Estado Nacional para los servicios de luz y gas. Quienes no se inscriban hasta esa fecha y quienes no cumplan con los requisitos para seguir formando parte del beneficio, deberán enfrentar importantes incrementos en sus boletas a partir del mes próximo. De acuerdo a un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP) de la UBA y el Conicet, una familia del AMBA sin subsidios paga más de $140.000 al mes en servicios públicos.
Combustibles
Como ocurre todos los meses, se espera que en las primeras horas de septiembre las petroleras vuelvan a ajustar sus precios en las bocas de expendio para compensar el impacto de la inflación del mes pasado (4%) y de la evolución del dólar oficial (2%). Fuentes vinculadas al sector anticipan que el incremento no será menor al 3%.
Además, hay incertidumbre por la decisión que tome el Gobierno en relación a la suba de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). En los meses anteriores Nación ha aplicado aumentos parciales para tratar de atenuar el impacto sobre la inflación general, lo que ha generado un retraso en ambas cargas tributarias. De acuerdo con la consultora Economía y Energía, si se aplicara de una sola vez todo el retraso que existe a nivel impositivo, los combustibles subirían un 19.5%. Así, el litro de nafta súper se incrementaría de $992 a $1.1190,10 en la Ciudad de Buenos Aires (CABA).
Prepagas
Las empresas de medicina prepaga empezaron a comunicar los nuevos aumentos a sus afiliados en las cuotas de septiembre. Las actualizaciones de los aranceles se ubican por encima de la inflación de julio, que fue del 4%.
De acuerdo a lo informado por las compañías, los planes de salud tendrán un incremento de entre el 4,5% y el 5,8%, de acuerdo con la empresa que se trate, durante el noveno mes del 2024. Las prepagas justifican los aumentos por la “elevada” inflación.
De esta manera, las firmas de medicina privada aplicarán el tercer aumento en los valores de sus planes tras la disputa judicial que impedía subas por encima del índice de precios. Cabe recordar, que desde julio los aranceles se ajustan “libremente”.