Tomada cree imposible cerrar las paritarias, luego del salariazo a los policias

Carlos Tomada es ministro de Trabajo desde hace diez años pero pocas veces se sintió tan desorientado como esta semana, según confiaron a LPO varios dirigentes que lo frecuentaron en reuniones informales.
Se trata de un número inalcanzable para los pronósticos del Gobierno que, como explicó LPO, calcula que por cada peso que ingresa al Tesoro sale 1,5, diferencia cubierta en gran parte con una emisión de pesos que ya está alimentando a la inflación a niveles insoportables.
«Si cubrimos todos los aumentos de estatales del año próximo con emisión esto estalla», advirtió Tomada.
Es que el 30% es un promedio pero no un indicador relevante: Buenos Aires, la provincia más grande y testigo de las paritarias de todo el país, le aumentó un 80% a los policías. En la administración Scioli está aterrados, calculan que si las paritarias de docentes y estatales arrancan con un piso del 40% necesitarán bastante más que unos 20 mil millones extras sólo para cubrir la diferencia por el aumento.
El tema plantea un desafío estructural al Gobierno. En su hasta ahora inconducente gradualismo, había dejado trascender que la principal herramienta para combatir la inflación iba a ser la moderación de las paritarias en torno al 18% a partir de marzo del año próximo. Ese plan voló por el aire con las crisis policiales. Las paritarias se anticiparon a diciembre y se empieza a imponer un piso más cercano al 40% que al 30%.
La semana que viene estatales y docentes harán un paro en reclamo de una propuesta similar. También hubo problemas similares en Neuquén, Entre Ríos, San Luis, Río Negro y Córdoba, donde hubo una movilización para exigir un bono navideño de $ 2.000 y el pase a planta permanente de los contratados.
Según la consultora Economía y Regiones, un 30% de aumentos en todas las provincias significaría un desembolso de 66 mil millones. En el Gobierno calculan que ese número podría ascender a 90 mil millones.
Ayer, Axel Kicillof cristalizó sus nervios: ni bien aterrizó de China, donde viajó a gestionar inversiones que nunca se confirmaron, recibió a los gobernadores de La Rioja (Luis Beder Herrera) y Misiones (Maurice Closs) y les prometió un delante de coparticipación. Antes, Capitanich había exceptuado a todos del pago de las deudas provinciales.
Pero será Tomada quien deberá homologar cada paritaria y lidiar para que los reclamos no se vayan a las nubes.
Hace tiempo que el ministro no ocupa la mesa chica de la Casa Rosada, pero sin embargo Cristina nunca se atrevió a reemplazarlo. Ahora le pedirá que modere las pretensiones salariales, luego de permitir que los policías abrieran las negociaciones con un convenio récord.
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