Reforma en la Bonaerense: menos estructuras y mandos centralizados

A través de una resolución, y no de una reforma a la ley que regla su funcionamiento, el ministro de Seguridad de la Provincia, Cristian Ritondo, presentó ayer su mentada reformulación de la Policía Bonaerense con la que aspira a bajar el delito, acercar esa fuerza a la gente y fundamentalmente, dotarla de una capacitación y equipamiento que, según dice, en la actualidad “dista mucho del ideal”.

El nuevo organigrama de la controvertida fuerza policial –la más numerosa del país, con más de 90.000 hombres en actividad si se cuentan las policías locales- demandará una inversión de seis mil millones de pesos, según anticipó el ministro.

Aunque la resolución será firmada el lunes se supone que entrará en vigencia a partir del primero de abril, fecha en la que, además, se anunciarán los ascensos, traslados y pases a retiro de la policía provincial.

Ese mismo día entrará en vigencia la resolución a través de la cual casi 8000 comisarios y subcomisarios en actividad se verán obligados a presentar una declaración jurada de bienes que, según dijo el ministro Ritondo, será “pública”.

La reforma presupone la eliminación de estructuras burocráticas y la centralización de los mandos. Volverán las DDI (Direcciones de Investigaciones) y la estructura en general de la policía se corresponderá con el mapa de los 20 departamentos judiciales en los que está repartida la provincia.

Se eliminará la Superintendencia de Policías de Seguridad –que operaba con doce regionales- que serán reemplazadas por ocho Superintedencias de Seguridad. Desaparecerán, a su vez, los Comandos de Prevención Comunitaria, que serán reemplazados por Comandos de Patrullas. La resolución de Ritondo, además, decreta la desaparición de la Policía de Seguridad de Buenos Aires 2, creada durante la última gestión de Arslanian.

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