El gobernador Ricardo Quintela retenía la gobernación de La Rioja al imponerse en la elección provincial sobre sus rivales Felipe Álvarez, de Juntos por el Cambio y Martín Menem, de La Libertad Avanza. A la vez, estaba cerca de recuperar la ciudad Capital en la elección a intendente, ya que su candidato, Armando Molina, se imponía al radicalismo en el principal distrito provincial. Así, el Frente de Todos se aprestaba a celebrar en uno de sus distritos clave, en un contexto en el que cada triunfo logra colocar al oficialismo en una situación expectante, pese a las dificultades que subsisten para definir las candidaturas nacionales.
Los principales resultados, con el 12 por ciento de las mesas escrutadas, eran Frente de Todos, 48,84%; Alianza Juntos por el Cambio, 33,65 %, y Frente La Libertad Avanza, 15,69 %
La expectativa en torno al desempeño del candidato de La Libertad Avanza, y sobrino del expresidente Carlos Menem, se derrumbó con los primeros datos que lo ubicaron lejos del segundo lugar que le otorgaban algunos sondeos previos, lo que ratificó el escenario que se viene repitiendo en las elecciones provinciales, donde la fuerza de Javier Milei no mueve el amperímetro electoral más allá del AMBA. Juntos por el Cambio, en tanto, no lograba acortar la distancia con el oficialismo, respecto de la elección de 2019, donde Quintela se impuso por 14 puntos de diferencia.
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