«No hay ilícitos; hay incapacidad»

Lo asegura el edil del Pro Peronismo de Chacabuco, Luis Speranza, quien cuestionó al gobierno municipal por tener una política “demagógica” basada en el derroche de dinero con fines no prioritarios, mientras con frecuencia no hay cloro en Obras Sanitarias ni jabón en el Hospital.
En una nota publicada este lunes por el diario De Hoy de nuestra ciudad, el concejal consideró que en el gobierno municipal “no hay ilícitos”, sino una “incapacidad de gestión” basada en que el único objetivo es hacer “demagogia barata” para “comprometer votos”.  Asimismo, se preguntó por la utilidad que pueden tener los “subsidios pedorros” que se otorgan a instituciones y consideró “vergonzosa” la pompa que se utiliza para inaugurar pequeñas obras, como el nuevo sector de juegos de la plaza Belgrano, donde presentaron “cuatro tachitos y dos hamacas” como “si estuvieran inaugurando el Parque de la Costa”.
Speranza fue consultado acerca de la mala situación económica que vive el municipio, pese a la millonaria cantidad de recursos que recibió en los últimos años.
“Eso abarca a todo el modelo, que yo no llamaría Kirschnerismo sino populismo”, dijo Speranza, y señaló que hoy en el municipio de Chacabuco se derrochan fondos en cuestiones no prioritarias, cuando falta cloro en Obras Sanitarias, jabón en polvo en la lavandería del Hospital y hasta azúcar “en una oficina pública como el Concejo Deliberante”.
“Todo eso está enmarcado dentro de una concepción que no es de ahora, sino que viene de muchos años atrás, y que se basa en hacer una gestión exclusivamente cortoplacista, en la que no se trazan objetivos de largo plazo, y se derrochan fondos públicos utilizándolos para hacer demagogia barata, lo cual no reditúa de ninguna manera en la calidad de vida de los vecinos”, afirmó.
“Yo no digo que haya ilícitos, sino incapacidad”, dijo el edil del Pro, quien cuestionó que entre las obras realizadas en los últimos años no haya figurado Obras Sanitarias.
“Además –dijo-, tenemos rotos todos los pavimentos nuevos que se han hecho, y se han pavimentado cuadras que no tienen desagües pluviales, como pasa en la zona norte y noroeste, y se han comprado dos tractores, dos hojas niveladoras, y dos rastras de disco para la zona rural que están parados”.
Speranza también objetó que se invirtió en “enormes cantidades de personal” que no ha recibido capacitación.
“No hay una persona en el Corralón que haya sido capacitada para manejar una motoniveladora, por lo cual la va a manejar mal hasta que se rompa. Esto es lo que pasa cuando se hace un gobierno de demagogia, repartiendo subsidios pedorros que no le alcanzan para nada a una sociedad de fomento, a un centro tradicionalista, o a un club, o a estudiantes de Chacabuco, a los que le dan mil pesos por año a mil pibes. Un millón de pesos es una fortuna, pero al estudiante que se lo dieron, ochenta y ocho pesos por mes no le alcanzan ni para ir a Buenos Aires o a La Plata. Entonces, es una fortuna de plata que se diluyó, no le sirvió a nadie, pero si comprometen al voto”.
Más adelante, Speranza consideró que cuando se utilizan los fondos Públicos “Exclusivamente como herramienta electoral” el resultado es  “un municipio devastado” con “una estructura elefantiásica”  de personal que “pongas donde los pongas, no rinden, porque no están capacitados y normalmente están mal pagos”.
Otro cuestionamiento de Speranza es que se hayan hecho obras gratuitas “a los ricos”.
“Acá le regalamos el pavimento a los ricos y les hacemos las veredas a los comerciantes que más venden. Les pusimos las plantitas nuevas, los bancos, los tarritos para residuos, a los que pueden pagar, y para los que no pueden pagar, no tenemos fondos para hacérselo. Entonces, el problema no es de ilícito, es de incapacidad de gestión, y de populismo barato y demagógico. Por eso tenemos un corralón destruido en su parque vial, con operarios que no tienen la capacitación suficiente para manejar la maquinaria, y con funcionarios sin poder de mando ni de ejecución. Y tenemos un hospital municipal donde, dos por tres, no tienen ni jabón para lavar las sabanas, y ahí están los médicos,  los enfermeros, el personal de maestranza, los administrativos, las Damas del Hospital y hasta las monjitas haciendo malabares para poder llevar a cabo una gestión de salud que, dentro de todo, es aceptable por demás”, expresó.
Hacia el final, Speranza preguntó si alguien pidió una rendición de cuentas a quienes recibieron subsidios durante el año pasado, y preguntó: “¿Qué hicieron las sociedades de fomento con los veinte mil pesos que semanas atrás le dio el gobierno? ¿Dónde están los clubes? ¿Adónde están los productores, los porcinos, los ganaderos, los centros tradicionalistas, a los que reparten a diestra y siniestra cinco mil, diez mil, quince mil o veinte mil pesos? ¿Dónde están? Qué hicieron? Si nos ponemos a sumar esos fondos para ver cuánta plata es, nos daríamos cuenta de que podríamos tener un parque vial excelente, gente capacitada y un sector de tratamientos de residuos cloacales en perfecto estado. Pero acá seguimos malgastando los fondos públicos, y seguimos inaugurando”.
“Días atrás –dijo- , el intendente, con unos empresarios, inauguraron cuatro tachitos y tres hamacas en una plaza, con una pompa como si hubieran inaugurado el Parque de la Costa. Anteriormente, con bombos y platillos inauguraron una cuadra en la avenida Solís, donde pusieron tortugas de plástico y pintaron cuatro cositos de cemento, y parecía que se inauguraba la costa del río Paraná. Es vergonzoso, deplorable, de mal gusto».
Speranza señaló que esta situación se da en un municipio como Chacabuco que ha sido “el más favorecido de toda la región por el envío de fondos de la Nación y la provincia y que tiene una de las relaciones de presupuesto por habitante más altas».  “Sin embargo –concluyó-, no hay plata para el azúcar ni para el jabón en polvo para lavar la sabanas del hospital”.