Narcotráfico y venta ilegal de armas en los últimos homicidios en Junín

Desde el Foro de Seguridad Nº I aseguran que esa ciudad “está armada” y piden mayores controles. En tanto, desde la Oficina de Atención a la Víctima señalan el crecimiento de la comercialización de estupefacientes y afirman que “no fueron hechos de inseguridad”, sino de venganza.
El año nuevo en Junín comenzó cargado de sangre y violentos crímenes. De hecho, en sólo diez días, dos hombres fueron asesinados y otro sufrió graves heridas luego de que lo alcanzara una bala, en las inmediaciones del barrio FONAVI.
La crueldad de los acontecimientos y la impunidad con la que parecieron manejarse los delincuentes pusieron en alerta a las autoridades policiales y municipales, así como a los dirigentes barriales, quienes ven con preocupación el crecimiento de este tipo de hechos delictivos.
Sin embargo, tanto de un lado como del otro, desvinculan los crímenes de la inseguridad y afirman que se trató de hechos de “venganza” y de peleas entre “bandas” que dirimen sus diferencias de manera violenta y drástica.  “Esto no tiene que ver con hechos de inseguridad, sino que acá hay enfrentamientos entre grupos de jóvenes por venganza”, afirmó Andrés Rosa, titular de la Oficina de Asistencia a la Víctima municipal, en diálogo con DEMOCRACIA.  “Estos dos homicidios tienen que ver con la droga”, agregó.
En la misma línea, el titular del Foro de Seguridad Nº 1, Osvaldo Giapor, indicó: “Estos problemas no son de inseguridad urbana, porque son peleas entre grupos. Lo que me preocupa es cómo es que Junín tiene tantas armas en la calle. ¿Quiénes son los responsables?”.
Por su parte, la máxima autoridad de la Comisaría Primera, Alejandro Aguilera, reconoció el crecimiento del consumo de estupefacientes y de la tenencia de armas, aunque opinó que los incidentes se producen, sobre todo, por “falta de cultura y educación”.
“Economía narco”
Según Rosa, la presencia de la droga y el avance del narcotráfico en los barrios más humildes de la ciudad son dos de los motores que mueven a los delincuentes a actuar de manera violenta, sin medir las consecuencias de sus actos.  “Tenemos que empezar a poner en claro lo que significa la presencia de la droga en Junín. Ya se está hablando de una economía narco de subsistencia que se está arraigando en zonas oscuras, de las cuales forman parte todos los miembros de una familia que participa en el negocio de venta minorista”, dijo el funcionario.  “Nosotros vamos a los barrios a hablar con víctimas de los delitos y ellos nos marcan los lugares donde se vende droga”, agregó.
Para el funcionario, los dos homicidios ocurridos en los últimos días están relacionados con la venta de droga “y lo más preocupante es que (los involucrados) se prometen venganza”.  “Después de uno de estos últimos casos, me llamó el encargado de una de las casas velatorias, diciéndome que habían tenido mucho miedo en el velatorio de uno de los chicos asesinados por el ambiente que se había generado, con gente tomando cerveza, y con la necesidad de poner un custodio por si se originaban desmanes”, contó.
Respecto de las responsabilidades, dijo que el tema de la droga no puede ser abordado desde los gobiernos locales y opinó que “tiene que haber una política de Estado a nivel país y una legislación que la acompañe”. Tenemos que ir hacia una ley que despenalice la tenencia para consumo. Esta ley ha fracasado, porque siempre se termina encarcelando al que hace de “mula” y no tenemos información sobre los que comercializan en grandes cantidades”, sostuvo.
Una ciudad armada
Para Giapor, en tanto, el problema mayor radica en la venta ilegal de armas, que hace que muchos jóvenes tengan acceso a revólveres de grueso calibre, e incluso a armas de guerra. “Los barrios están armados y si no se hacen las cosas como corresponde, va a pasar algo aún más grave, y puede morir un inocente”, dijo el dirigente.  En este sentido, apuntó contra las fuerzas de seguridad y aseguró: “Esto no se soluciona con más patrulleros. En Junín tenemos policías para hacer dulce, pero si nunca hicieron nada, es porque no le han dado importancia al tema”.  ¿En dónde consiguen las armas? ¿Hay algún negocio negro?, se preguntó Giapor e insistió: “Para detectar quién vende armas, la Policía tiene que ponerse a trabajar en el tema”.
Falta de educación y de cultura
Consultado por DEMOCRACIA, el comisario Aguilera reconoció el crecimiento del consumo de drogas y de la tenencia ilegal de armas, aunque aseguró que la violencia desatada en las calles y los numerosos asesinatos ocurridos en nuestra ciudad son consecuencia de las condiciones sociales actuales y de la falta de educación de muchos ciudadanos.  “Lo que se está viviendo en la actualidad, y que va empeorando año a año, es parte de la sociedad en la que vivimos. Por más que uno se esfuerce en el trabajo de prevención, en muchos sectores rige la ley del más fuerte y ese es el móvil de muchos crímenes”.
En otro orden, y tras las reiteradas críticas –incluso del oficialismo local- dirigidas a la Justicia por la rápida liberación de detenidos, el jefe policial respaldó el trabajo realizado por los jueces y fiscales de Junín y aseguró: “Están las leyes y están las garantías y ellos hacen su trabajo de acuerdo a lo que está escrito”, dijo.
Fuente e imagen: http://www.diariodemocracia.com