La Sociedad Rural de Chacabuco propone la participación del sector privado en la resolución de problemas estructurales

«¿Es posible en Chacabuco y en Argentina superar la actual coyuntura y resolver problemas estructurales históricos sin la participación del sector privado?» se pregunta la institución ruralista de Chacabuco en un comunicado de prensa recientemente difundido.

La Sociedad Rural comienza haciendo referencia a una expresión del Intendente local: «El 14 de enero, el Intendente Víctor Aiola mencionó en una nota periodística: Los políticos no le pueden solucionar los problemas a la gente desde hace mucho tiempo».

Así continúa el comunicado:

Tomando en consideración lo manifestado por el Intendente, y dada la preocupación que genera esa problemática profunda, desde el sector productivo nos preguntamos: ¿No habrá llegado el momento de coordinar las prioridades de las políticas públicas que atañen a la producción, entre el sector público (más allá del color partidario de turno) y el sector privado, y mantener esos mecanismos de cara al futuro?

Los ejemplos que podemos citar de esta ausencia de coordinación, que termina en un esbozo desdibujado de rumbo en todos los niveles de decisión gubernamental, frente al complejo escenario que estamos atravesando y nos desafía a cambiar enciende la preocupación por el futuro que debemos construir.

Es sabido que la producción Agro está regida por el dólar oficial y además pasa por un momento tan crítico, producto de una sequía histórica que se prolonga por tercer año consecutivo, junto a restricciones políticas que no han hecho más que generar una ‘tormenta perfecta’, cuyas consecuencias son una reducción significativa de la producción y por ende, de los ingresos. En este contexto las preguntas atragantadas y que surgen de lo profundo de la racionalidad son:

¿Por qué aumentar las tasas viales tomando como referencia a la inflación que crece a un ritmo más alto que la cotización del dólar oficial que se regula a dedo? ¿Por qué aumentar las tasas viales cuando el servicio no se presta?

La racionalidad más básica indica que en la actual coyuntura y ante un servicio ausente, la tasa vial debería ser eliminada. Ello evidentemente no ocurre porque los políticos no le pueden solucionar los problemas a la gente desde hace mucho tiempo.

Otro ejemplo de orden local que pone en evidencia lo manifestado por el Intendente, tiene que ver con la Fiesta Nacional del Maíz. El hecho de que Chacabuco es la Sede de esta importante Festividad, debería ser motivo de orgullo de todos los chacabuquenses y además debería tener la jerarquía que su nombre detenta, un evento de alcance nacional y que deje huella, edición tras edición, en el sector productivo y en la cultura regional. Lejos de ello, en las últimas décadas se ha convertido en un botín partidario del que se sienten artífices parte de los vecinos afines a cada gobierno de turno y que nunca deja de ser una fenomenal oportunidad de mostrar flagrantemente la grieta que retroalimenta a los intereses de cada partido, a cada lado de la grieta, en desmedro del conjunto de los chacabuquenses.

Tal es el impacto de estas grietas partidarias instaladas en la sociedad argentina, que atraviesan a todo el arco institucional público y privado, y en este punto somos autocríticos.

Ello no nos impide sobrevolar la grieta, preguntarnos y preguntar:

¿Qué características debería tener una Fiesta del Maíz de verdadero alcance nacional que posicione a Chacabuco?

¿Qué Misión y Objetivos debería perseguir este evento para lograr la jerarquía que le corresponde tener?

¿Qué nivel de contenidos técnicos, disertantes y debates debería proponer una Fiesta Nacional del Maíz para que el sector productivo tenga avidez por participar y que cada evento se convierta en una oportunidad junto al sector público de proponer nuevas políticas públicas o corregir las existentes en pos del desarrollo y producción de este noble cereal de origen americano?

Evidentemente que ello no ha venido ocurriendo por aquel concepto del primer párrafo, es decir, ninguna política partidaria de ningún partido ha podido dar respuesta a los problemas ni mucho menos a las propuestas de la sociedad argentina, a la sociedad de la economía real, ni la del relato, ni la de la bicicleta financiera que tiene por protagonista al propio Estado Nacional frecuentemente cooptado por personas que atienden exclusivamente a los intereses de los espacios partidarios, muchas veces estrictamente personales, sin dar lugar a los intereses y necesidades del sector privado y del sector productivo, que día a día se ve asfixiado y acorralado por la excesiva carga fiscal improductiva y burocrática.

En ausencia de estos conceptos básicos, y siendo el sector privado quien sostiene económicamente al sector público, de no revertirse la actual tendencia climática a la brevedad, es importante estar prevenidos de que nos encontramos en la antesala de un golpe económico social gigantesco.

El productor agropecuario por una cuestión cultural paga impuestos y tasas, pero probablemente este año ello no sea posible porque los ingresos de la cosecha no van a alcanzar ni siquiera para cubrir los costos de producción.

Nuestra preocupación aparece, porque entendemos que el generador de riqueza es el sector privado, es decir, la producción y sus servicios anexos que potencian la generación de valor, mientras que el sector público lamentablemente se ha convertido en una carga insostenible que no hace más que entorpecer su desarrollo y porque sabemos además que la administración pública, en su status quo, y en cabeza de las confusas prioridades que le imprimen los políticos, tal como señaló el actual intendente ‘no le puede resolver los problemas a la gente’.

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