Falleció Antonio Roma, gloria del arco xeneize en los 60’s

El recordado «Tarzán» que en el arco de Boca Juniors le atajó en 1962 un tiro penal al brasileño Delem, de River Plate, que significó la obtención de un campeonato para los «xeneizes», falleció este miércoles, a los 80 años, confirmaron a Télam sus familiares y ex compañeros.
El «Tano» Roma, cinco veces campeón con Boca (1962-64-65-69 y 1970), estaba internado en el hospital Santojanni, a raíz de un virus intrahospitalario -desde enero pasado- que derivó en una infección respiratoria, señaló su amigo y ex compañero en Ferro y en Boca Silvio Marzolini.
Roma, quien se recuperó en 2012 de una delicada operación en el bazo, y en 2010 había superado un tumor, será velado desde esta noche en Cucha Cucha al 1700, en el barrio porteño de Caballito.
«En 1959, Alberto J. Armando (por entonces presidente de Boca), cuando su equipo jugaba de visitante iba a ver a Ferro, donde yo jugaba. Quedó impresionado por mi físico y mi juego, y le dijo a los dirigentes `a ese grandote lo quiero`, y así pasé a Boca», recordaba Roma en diciembre pasado, al cumplirse 50 años de la mítica atajada del penal a Delem. Roma, quien atajó en Boca hasta su retiro del fútbol en 1972, es considerado uno de los más grandes ídolos del club de la Ribera, con un total de 323 partidos jugados y con la obtenci¢n de los campeonatos de 1962, 1964, 1965 y los Nacionales de 1969 y 1970.
En 1969 consiguió su mejor marca con la valla invicta, al estar 783 minutos sin que le concreten goles.
Al recordar sus inicios en el fútbol de manera tardía contó que «tenía ya 18 años y jugaba un torneo organizado por Toddy (el polvo de chocolate instantáneo para mezclar con leche) cuando un descubridor de jugadores, de apellido Calogero, me vio jugar y me llevó a una prueba en Ferro».
«No tenía mucha técnica para el arco, pero sabía que la pelota no tenía que pasar y, por eso, la mordía, la apretaba, pero goles no me hacían y quedé. Comencé en la denominada `cuarta especial` de la época», rememoró el `Tarzán` que ya impactaba por su gran condición física.
Había nacido en Villa Lugano «cuando era zona de quintas y había carros a caballo», recordó en aquel diálogo con Télam, en donde afirmó que nunca, en su larga carrera profesional, calzó guantes de arquero: «Para qué, si tenía unas manos enormes y la pelota no se me escapaba. Me los puse de grande, en unas fotos que nos hicieron una vez con Abbondanzieri en La Bombonera, y me dí cuenta de que estos guantes son como garras», decía jocosamente.
Roma integró el plantel del seleccionado argentino que ganó el Sudamericano de 1957, en Lima, de la mano de los `carasucias` (Oreste Omar) Corbatta, (Humberto) Maschio, (Antonio Valentín) Angelillo, (Enrique Omar) Sívori y Osvaldo Cruz. «Yo fui como suplente del `Flaco` Domínguez (Rogelio, de River). Era un equipo asombroso que, curiosamente, no tenía preparador físico», evocaba Roma. Fue el arquero en el Mundial de Chile 1962, cuando integró el seleccionado argentino que quedó eliminado en primera ronda, luego de ganarle a Bulgaria por 1 a 0, perder por 3 a 1 ante Inglaterra e igualar sin tantos con Hungría. Para el Mundial de 1966, en Inglaterra, Roma fue convocado nuevamente con figuras como Antonio Rattín, Roberto Perfumo, Rafael Albrecht, Luis Artime, el `Indio Jorge Solari y Oscar `Pinino` Más, entre otras estrellas de la época.
En ese torneo, tras superar la primera ronda, Argentina fue eliminada en cuartos de final por el seleccionado local con el que perdió por 1 a 0, en el partido donde expulsaron a Rattín.
El 8 de diciembre de 2012 fue homenajeado en La Bombonera, a 50 años del penal atajado a Delem, ante la ovación de los hinchas de entonces, y de los más jóvenes, junto con compañeros del equipo campeón de 1962.
«Aquel día lloré de alegría, apoyado en uno de los palos del arco de la Bombonera. Fue una emoción inigualable. Me pareció que el estadio temblaba. Se me nublaron los ojos y sentí el abrazo de mis compañeros y el aliento de la hinchada, que parecía que también quería abrazarme, fue muy hermoso, un recuerdo muy feliz», dijo en la ocasión.
En esa inolvidable fecha para los hinchas ´xeneizes´, Boca le ganó a River 1 a 0 con un gol convertido a los 14 minutos del primer tiempo por el brasileño Paulo Valentím, de penal.
Cuando transcurrían 40 minutos del segundo período, el árbitro Carlos Nai Foino cobró la pena máxima a favor de River, luego de una falta cometida por Carmelo Simeone a Luis Artime.
La ejecutó el brasileño Delem y Roma, seguro, con un paso adelante, rechazó el remate.
Los futbolistas visitantes reclamaron por el adelantamiento de Roma, pero el árbitro les dijo una frase que quedó grabada para siempre: «Aire, aire, penal bien pateado es gol». Y Boca se coronó campeón en la fecha siguiente, tras ocho años sin títulos, con la atajada más famosa de Antonio Roma.
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