El radicalismo aprobó la alianza con Macri y Sanz lo enfrentará en las primarias.

Se resolvió además excluir a Sergio Massa, luego de una dura derrota de Cobos, Morales y Alfonsin.

Ernesto Sanz consiguió que la Convención radical aprobara esta madrugada una alianza con el Pro y la Coalición Cívica, tras doce horas de debate y un final con insultos e incidentes a salida del Teatro Gualeguaychú, que fue sede de la reunión radical mas trascendentes de los últimos años.

Recién a las 5.24 de la mañana con 186 votos sobre 130 la moción de un acuerdo con Macri y Carrió se impuso sobre la de promover un acuerdo amplia con otras fuerzas, promovida por Gerardo Morales, Julio Cobos y Raul Alfonsin. La decisión incluyó la aprobación de un documento programático de cinco puntos que en el punto cinco contempla algún grado de libertad para las alianzas provinciales.

Cobos fue el gran derrotado de la tarde: no logro reunir los votos para frenar el acuerdo con Macri y, por decisión propia, resignó su candidatura presidencial.

En su discurso propuso que la propuesta ganadora imponga al candidato presidencial y de esta manera se autoexcluyo de la carrera.

Liliana Puig de Stubrin, presidenta de la Convención, debió aclarar que la ley de primarias le permite a cualquier candidato presentarse pero Cobos se habia autosentenciado.

Su suerte empezó a estar echada al mediodía, cuando Sanz y sus laderos Federico Storani y Walter Ceballos garantizaban los 190 convencionales que puntearon toda la semana. La suerte de los aliados radicales de Massa quedó echada, cuando Alfonsín no pudo frenar una fuga de buena parte de los 73 convencionales bonaerenses liderada por Gustavo Posse, un ex aliado del tigrense que terminó acompañando a Sanz.

También fue clave para el triunfo los 80 suplentes que evitaron una sangria perjudicial. Hubo 330 sobre 337 posibles.

Las primeras pruebas fueron las votaciones para dirimir impugnaciones planteadas por el otro sector y el resultado fue un vaticinio de lo que vendría: 188 a 114 en favor del sector de Sanz.

Esperaban mas para el cierre porque se sumarian los votantes de Neuquen y Misiones que no habian estado en esas votaciones, pero la tardanza y el duro debate ajustaron el numero.

Sanz llego a las 16 recibido por aplausos y fue el primero en hablar tras homenajes e impugnaciones.

No anduvo con vueltas: Propuso un acuerdo con «los partidos que siempre se opusieron al kirchnerismo» en alusión al PRO y a la Coalición Cívica. Le cerro la puerta a Massa al señalar que para vencer al kirnerismo no se puede contar con alguien que haya estado en el gobierno.

E inicio un duelo con Morales: «Banque con mi cuero a los que sacaban fotos con Sergio Massa», se jactó.

Planteó la antimomia peronismo-anti peronismo que el jujeño pediria reemplazar por kirchnerismo-antikirchnerismo.

En una secuencia que dio para respuestas de todo calibre, aclaró que competira con Macri en las primarias, que el acuerdo le permitira garantizar las bancas en juego y anticipandose a la chicana dijo que si Macri quiere privatizar YPF se lo impedirán los bloques parlamentarios.

«Si hacemos el acuerdo medimos 35 puntos», se entusiasmó.

«Hablan de entregarle un plan de Gobierno. Y si no lo quieren? Ya habremos hecho el acuerdo», advirtió. Pero Alfonsin fue otro de los grandes derrotados, no pudo garantizar para su sector ni a la mitad de los convencionales bonaerenses.

A Sanz lo defendio fuerte Storani con una denuncia: Dijo que Massa iba a echar a 16 empleados producto de la votación de hoy. «Massa no bajo de Sierra m¡Maestra. Era de la Ucedé y como todos los conservadores, se hizo peronista», lanzó.

Storani no tuvo exito en acortar los discursos y entrada la noche fue convirtiendose en blanco de los insultos.

Los opositores al acuerdo no paraban de hablar y los aliados de Macri pedían sin éxito que se vote.

Pasadas las 4 de la madrugada, Luis Menucci leyó la propuesta de Cobos y Morales y cuando Cevallos intentó enunciar la de Sanz le recordaron a gritos que no era convencional. Debió hacerlo entonces Storani y la silbatina tapo su voz mientras esquivaba globos amarillos que le caían de los palcos.

El clima empezó a ponerse tenso y un grupo  jóvenes que se habían pasado el día afuera insultando a Sanz, forzaban la puerta para pasar.

Fuente: http://www.lapoliticaonline.com

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