Lo solicita la doctora Graciela Rodríguez, concejal de esta fuerza opositora, quien recientemente presentó un proyecto para que el agua de nuestro partido sea declarada no apta para el consumo de lactantes y niños. Ese proyecto fue rechazado y ahora, la edil vuelve sobre la cuestión pidiendo que se ponga en marcha la planta adquirida durante la gestión de Darío Golía.
Rodríquez va más allá y -en otro proyecto- le solicita al ejecutivo que ordene la compra de tres plantas más de similares características para un mejor abastecimiento de agua libre de arsénico, ya que -asegura la médica- «La concentración de arsénico del partido de Chacabuco cuadriplica y/o quintuplica el porcentaje admitido por la organización mundial de la salud y el código alimentario a partir de 2007».
La concejal explica que estas cuatro plantas alcanzarían «momentáneamente para abastecer el consumo de la franja etaria de menos recursos de la población de Chacabuco. Sin dejar tener en cuenta las localidades del partido».
