Consejos para una correcta alimentación durante el embarazo

Evitar el pescado y hasta las cervezas sin alcohol, son dos de los mitos más comunes a la hora de hablar de la alimentación de las embarazadas, a las que también se les suele recomendar “comer por dos”. Sin embargo, estos y otros conceptos referidos a como debe alimentarse una mujer en gestación, no siempre son certeros.

En el caso de “alimentarse por dos”, resulta una consigna cuestionada por los especialistas, quienes prefieren reemplazar este lema por el de “cuidarse por dos”.

Y en el caso de los cuestionados pescados, resulta que su ingesta arroja más resultados positivos que negativos.

“Casi todos los pescados y mariscos -sostiene la nutricionista Marina Torresani- contienen algo de mercurio, metal que durante el embarazo atraviesa la placenta habiéndose demostrado que la exposición a altas concentraciones en esa etapa puede afectar el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso del bebé. Pero como el metal no es nocivo en pequeñas cantidades, los beneficios de comer pescado son mucho mayores que los riesgos”.

En este sentido, la mayoría de los expertos recomiendan adoptar los lineamientos de la FDA (la Agencia de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos), que sostiene que está bien comer hasta dos porciones de pescados y mariscos, y de ellas una puede incluir pescados azules, como tiburón, caballa, anchoa, trucha o salmón.

Es que los nutricionistas señalan que los pescados son además una fuente importante de ácidos grasos omega-3 (grasas insaturadas y dentro de ellas poliinsaturadas), fundamentales para el desarrollo del cerebro y el sentido de la vista del bebé. Tienen bajo aporte en grasas saturadas y alto en proteínas, vitamina D y otros nutrientes que son esenciales para el bebé en desarrollo y para un embarazo saludable.

Claro que, si es por una cuestión de gustos, si no se consumen pescados puede ayudar a obtener esos nutrientes el agregado de suplementos de aceite de pescado (que son libres de mercurio) o de otros omega-3 como los huevos, la leche, las bebidas de soja o productos comerciales enriquecidos con omega-3.

Con respecto a la recomendación de no consumir cervezas sin alcohol, tiene mucho de verdadero.

“Hay que distinguir entre aquellas bebidas “no alcohólicas”, que pueden contener rastros etílicos, y las llamadas “sin alcohol”, que no lo tienen -explicó Torresani- porque aunque algunas bebidas se califiquen como no alcohólicas, ese término puede resultar un tanto engañoso. La realidad es que todas las cervezas no alcohólicas y muchos de los vinos así denominados contienen algo de alcohol, normalmente menos del 0,5 por ciento”.

“Probablemente -agregó- el escaso alcohol que contiene un vaso de cerveza no alcohólica tomado ocasionalmente no dañará al bebé, pero aún así hay que tener cuidado, especialmente si se toman esas bebidas a menudo o en grandes cantidades”.

ANTOJOS Y NAUSEAS

Otro de los mensajes que se difunden y que se dan por ciertos es sobre los antojos y las náuseas, consideradas por muchas mujeres como un “rechazo psicológico al embarazo”.

En lo que hace a los antojos, se remarca que nunca pudieron probarse científicamente, aunque es cierto que alrededor del 85 por ciento de las embarazadas refiere el deseo de algún tipo de comida especial durante esa etapa.

“Las hipótesis más firmes -señala la nutricionista- es que se deben a carencias de nutrientes o a cambios hormonales. Y si bien son situaciones normales, es importante que se prefieran para esos “antojos” aquellos alimentos que son saludables, y buscar alternativas para los que no lo son, de manera tal de evitar el aumento de peso fuera de lo esperado”.

“Y con respecto de las ganas de vomitar -añadió- las náuseas en el embarazo son muy comunes, presentándose en menor o mayor medida en la mayoría de las mujeres, y generalmente son un indicativo de que las hormonas propias del embarazo se encuentran en niveles elevados. Otra de las causas por las que se producen náuseas y vómitos es que el sentido del gusto y del olfato aumentan considerablemente, y cualquier olor o sabor puede provocar una sensación de asco y rechazo. Aparecen, sobre todo, a primera hora de la mañana, al levantarse de la cama o durante el desayuno, y en algunos casos se prolongan todo el día”.

Finalmente, los especialistas remarcan que todos los alimentos son necesarios en el embarazo para un aporte adecuado de todos los nutrientes, y que una alimentación completa, sana y equilibrada es la clave del buen desarrollo del feto y del bienestar de la madre durante el embarazo.

Fuente: El Día

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