Cada vez son más utilizadas las APPS para meditación

En el medio de la rutina, entre el trabajo y la facultad, encontrar un momento para relajarse parece imposible. Pero Cecilia Machado aprovecha los minutos en que viaja en colectivo para meditar con ayuda de su teléfono celular. Conecta sus auriculares y utiliza Calm, una de las aplicaciones diseñadas para conectarse con el “aquí y ahora”, pero de la mano de la tecnología. “También me ayuda a la noche, para conciliar mejor el sueño, ya que tengo problemas para dormir”, asegura.

Pese a que la tecnología se asocia a la aceleración, y con ella al estrés, en internet cada vez aparecen más aplicaciones para celulares dedicadas a aprender a relajarse. Hay en varios idiomas, algunas ofrecen meditaciones guiadas en forma gratuita, y otras cuentan con un método de suscripción que, por un monto mensual, permiten acceder a un abanico de meditaciones temáticas. Se pueden descargar módulos para calmar la ansiedad, practicar la aceptación de uno mismo, la concentración, el sueño profundo, hacer foco en el presente, las relaciones sentimentales y algunas especiales para un “alivio inmediato” de emergencia ante una situación de estrés, o para practicar durante el viaje de vuelta a casa.

“Cuando uno se baja la aplicación y decide practicar una técnica de relajación, es un momento de encuentro con uno mismo, se desprende del chequeo de mails y mensajes. Si prestamos atención plena, podemos practicar con cualquier recurso. Estas apps demuestran que el problema no es la tecnología, sino cómo nos relacionamos con ella”, sostiene Marina Lisenberg, psicóloga de la UBA y docente de Mindfulness en la Asociación Argentina de Medicina Integrativa. “Actualmente, hacer un uso consciente de la tecnología es una práctica desafiante y que puede ser muy provechosa”, agrega.

También Natalia Vecchio cuenta que intentó aprender a meditar varias veces, pero finalmente optó por instalar Headspace en su dispositivo móvil, que propone hacer una pausa de sólo 10 minutos por día para aprender técnicas de relajación. “Las capacitaciones de meditación tradicional siempre son muy largas y exigen tomarte como una hora para adquirir el hábito”, critica.

“La app, en cambio, es muy práctica: explica mediante videos, te da tips y le quita todo el misticismo a la meditación. Yo la uso un par de veces a la semana y siento la diferencia. Me tomo todo de mejor manera y el día fluye mejor”, agrega Vecchio. Celebrities como las actrices Emma Watson y Gwyneth Paltrow también se declararon fans de este programa, que tiene más de dos millones de usuarios en 150 países y ya recaudó 30 millones de dólares.
Otras de las apps populares son Buddhify, Omvana, Smiling Mind –pensada para chicos y adolescentes–, Reto de Meditación y Meditare. Casi todas proponen módulos de 5, 10 o 15 minutos, desafíos de varios días y recordatorios para no olvidarse de meditar a diario.

Para Martín Cerezuela, instructor en El Arte de Vivir, son “un acompañamiento positivo”, aunque tienen sus limitaciones. “La ciudad consume mucho tiempo, y de este modo tenemos en el bolsillo una herramienta que podemos usar en cualquier momento y que ayuda en el proceso de formar el hábito. Sin embargo, meditar siempre es más profundo en la medida en que hay un ser humano compartiendo la experiencia, en la transmisión de un maestro. Si uno quiere hacer todo a través de internet, la práctica se vuelve un poco vacía”, opina.

Fuente: Perfil

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