Las grasas trans artificiales en los alimentos tienen los días contados

La FDA (Food and Drug Administration: Agencia de Alimentos y Medicamentos o Agencia de Drogas y Alimentos) es la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos (tanto para personas como para animales), medicamentos (humanos y veterinarios), cosméticos, aparatos médicos (humanos y animales), productos biológicos y derivados sanguíneos.
El organismo anunció recientemente su intención de prohibir los ácidos grasos trans artificiales en los alimentos debido a los riesgos que conllevan para la salud.
De acuerdo a la entidad de salud, los aceites parcialmente hidrogenados (PHOs) o ácidos grasos trans «no son generalmente reconocidos como seguros» para ser utilizados en la alimentación.
Esta determinación preliminar de la FDA se basa en la evidencia científica disponible y a las conclusiones de los paneles de expertos, según anuncia en un comunicado.
Por ahora, la agencia estableció un plazo de 60 días para reunir datos adicionales y obtener opiniones especializadas sobre el tiempo que pueden necesitar los fabricantes de alimentos para reformular los productos que actualmente contienen grasas trans artificial, de ser formalizada esta determinación.
«La acción de hoy de la FDA es un paso importante para proteger más a los estadounidenses de los peligros potenciales de las grasas trans. Una mayor reducción en la cantidad de grasas trans en la dieta estadounidense podría prevenir 20.000 ataques al corazón y 7.000 muertes a causa de enfermedades al corazón cada año», señala Margaret A. Hamburg, comisionada de la FDA.
Acerca de las grasas trans
Este tipo de grasas manipuladas de manera artificial, que se obtienen al someter a ciertas grasas vegetales a un proceso llamado hidrogenación, se encuentran en una variedad de alimentos procesados, enlatados y congelados al horno, tales como postres, pizzas congeladas, margarinas y cremas para el café.
El consumo de las grasas trans, que provoca que los alimentos tengan mejor consistencia y sabor, aumenta las lipoproteínas de baja densidad (LDL), o colesterol «malo», lo que aumenta el riesgo de enfermedad coronaria.
Entre los alimentos que en general las poseen en cantidades significativas se encuentran las galletitas, los alfajores y las golosinas, los productos de copetín (papas, chizitos y palitos), la margarina, las pizzas y productos congelados, las tapas de hojaldre, las masas, facturas y productos de pastelería, los pochoclos para microondas y las cremas para el café.
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Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud muestran que la ingesta diaria de apenas 5 gramos de grasas trans (una cantidad equivalente a la que contiene un pequeño paquete de papas fritas) es suficiente para aumentar en un 25% el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Pero no es ése el único riesgo: otras investigaciones prueban que su consumo regular implica que el riesgo de desarrollar diabetes y distintos tipos de cáncer también sea mayor.