Transportistas: “El sector está en crisis”

El gerente de la Cámara de Transportistas de Chacabuco, Ruben Gardella, entrevistado por el programa “Mates y Noticias”(FM Futura 95.5) explicó los detalles del conflicto que mantienen los empresarios transportistas.

-En las últimas horas hemos visto cómo reclamaron los empresarios camioneros en la rotonda. ¿Cuáles son los motivos?
-El reclamo es totalmente válido porque el problema en el transporte es grave. Hay distintas maneras de reclamar pero el problema de fondo lo compartimos todos, algunos costos que se han modificado influyen mucho, por ejemplo el combustible. El reclamo pasa por solicitar que se abone la última tarifa que marca un valor mínimo como para salvar los costos.
-¿Cómo se elabora la tarifa, quién lo hace? ¿Es de aplicación obligatoria?
-Por el tipo de legislación que hay en nuestro país, a partir del Código Civil y de la impronta de Velez Sarfield, hay libertad de comercio y las tarifas son orientativas, no son de cumplimiento obligatorio y por lo tanto todos los años -o cada cuatro meses según la variación de precios- hay diferentes tipos de tarifas. La tarifa más tradicional es la de CATAC, que es cerealera y que aplicamos en esta zona desde hace décadas. Últimamente se está profesionalizando la situación y la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) elabora una tarifa bastante técnica que está compuesta por el costo financiero, los peajes, el seguro, los gastos generales, el material rodante, las patentes, las reparaciones, los neumáticos y los dos más importantes: combustible y personal.
-¿Podría desarrollar un poco más la incidencia de estos dos componentes?
-La realidad indica que desde hace aproximadamente cinco años el empleado de un transporte gana un sueldo digno y si lo relacionamos con la realidad, es lo que debe ganar. En cuanto al combustible, en los últimos cinco años, subió más de un 300 por ciento por sobre el sueldo del empleado y muy por encima de la tarifa indicativa; es un componente alto. En algunos casos el combustible llega al 28 o al 30 por ciento del costo total para poner el camión en marcha. En el primer cuatrimestre del año hubo un alza del costo del 20,6 por ciento sin tomar el último aumento de combustible porque fue en el mes de mayo. Por otro lado, el peaje subió un 82,7 por ciento, el costo financiero un 57,2 por ciento, los seguros aproximadamente un 45 por ciento, las patentes un 30 por ciento y así podríamos seguir sumando. Por lo tanto es muy complicada la situación: al no ser obligatoria la tarifa ocurre que se pacta un valor que -en algunos casos- es un 5 ó un 10 por ciento menor de lo que indica la tarifa y se trabaja al costo, o a menos.
-Al campo le han sacado las retenciones y la rentabilidad ahora es otra. ¿No alcanza para pagar las nuevas tarifas?
Hay que analizar varias cosas: la quita de retenciones, la devaluación y el aumento del dólar le permiten al agro ser más competitivo y la incidencia del flete es menor. El campo está mucho mejor que hace un año atrás para pagar tarifas. Pero la problemática no es sólo con los cereales, también están los derivados del cereal, otros transportistas trabajan con la piedra, otros con alimentos para mascotas… hay una diversidad importante que no tiene la misma situación que la del campo. Esta es una discusión larga. El sector está en crisis, la movilización de estas agrupaciones lo está indicando.

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