El titular de la seccional Chacabuco del Sindicato de Luz y Fuerza, Adalberto Abaca, se manifestó respecto del nuevo escenario que se le presenta al movimiento obrero organizado con la llegada al gobierno de Mauricio Macri. También se refirió a las expectativas que tienen con respecto a las paritarias 2016.
-¿Cuáles son las primeras conclusiones que les deja a ustedes este cambio de rumbo en lo político y en la administración del Estado?
-Desde nuestra visión, desde nuestro lugar, que es el sector de los trabajadores, creemos que fue un cambio para mal. Y lo vemos con sólo citar las dos primeras medidas de gobierno: con la quita de retenciones movieron ciento cincuenta mil millones de pesos de un sector –que supuestamente es el más vulnerable- hacia mil quinientas familias adineradas del país. Y luego la devaluación; esas dos medidas inciden directamente en el bolsillo de los trabajadores. Por otro lado tenemos la incertidumbre –que en nuestro caso no se ve reflejada todavía y ojalá no ocurra- de la inestabilidad laboral; hay muchos rumores de cesantías, se habla de que al día de hoy hay quince mil despidos en la órbita del Estado y de que habría ochenta mil más en carpeta; por lo menos esos son los rumores que corren. Por otro lado, nosotros no sostenemos que el proceso anterior haya sido perfecto, pero sí reconocemos que hubo una consideración hacia el trabajo, a los gremios y a los sectores más humildes. Que sí merecía correcciones, pero dejar gente en la calle no es ninguna solución.
-Sin embargo el presidente Macri ha dicho que los despedidos del Estado van a tener su oportunidad, que los sacan porque el trabajo que les habían dado no era real pero que habrá trabajo para todos, en el sector privado se entiende…
-Si nosotros nos basamos en la política liberal, que es la que representa este gobierno que -aclaremos- está legítimamente constituido porque lo eligió la voluntad popular, pero no podemos negar qué tipo política representa. Y es muy parecida a la de los noventa, incluso nosotros pensamos que va a ser peor, más aguda. Por eso no creemos que el Estado contenga a los trabajadores y en cuanto al sector privado… no sé, pero si recordamos un poco, esta es la política del derrame, del vaso lleno que derrama. Y el sector privado y el empresariado nacional no son de derramar mucho, al contrario: si el vaso se derrama le ponen un plato hondo por debajo para quedarse también con ese derrame.
-Durante el kirchnerismo el sindicalismo se dividió. Algunos gremios estuvieron más cerca y otros muy lejos del gobierno. ¿Este proceso nuevo puede ayudar a la reunificación del sindicalismo?
-Eso es algo vidrioso. Que el movimiento obrero se unifique en sus centrales o no –si bien es importante tener una sola CGT- no es lo fundamental. Lo que se debe unificar es el reclamo, más allá de los intereses personales de los dirigentes. Mi opinión personal es la siguiente: el futuro de los trabajadores, dentro de este proceso de país que hoy tenemos, con esta política económica, dependerá de la unidad del reclamo. Creo que muchos de los dirigentes nacionales están indecisos, como esperando, y eso genera cierto grado de desconfianza. Nosotros entendemos que no nos debe pasar lo que nos pasó en los noventa, cuando algunos sindicatos hacían una pelea solos, individualmente y así nos fue: al final nos llevó puestos a todos. Creo que en estos momentos tenemos que estar alertas, las bases tienen que estar muy alertas porque, si los dirigentes nacionales no movilizan o no hacen lo que tienen que hacer, las bases tienen que presionar y lograr la unificación del reclamo. Si no, cuando nos demos cuenta, habrá sido demasiado tarde.
-¿Cuándo tienen paritarias ustedes y qué porcentaje están manejando?
-Nosotros tenemos paritarias en marzo. Siempre hemos estado uno o dos puntos arriba de la inflación pero este año, a la inflación que ya existía, hay que agregarle la devaluación. El bolsillo de los trabajadores se vio afectado considerablemente con esta medida y ojalá con las próximas paritarias lo podamos recomponer. Todavía no se habló de un porcentaje, pero si tenemos en cuenta que el año pasado firmamos por un treinta por ciento anual, entendemos que ese debería ser el piso. En los últimos meses del año pasado la inflación se había desacelerado, pero si le sumamos la devaluación, creemos que ahora, el piso debería ser el techo del año pasado.
-Ustedes tienen una paritaria compleja, digo por la diversidad de empresas que prestan el servicio eléctrico…
-Sí, hay una variedad de empresas y hay una variedad de porcentajes en los acuerdos por paritarias. Por ejemplo: hoy el sector cooperativo es el que más apretado está económicamente y eso es por un montón de factores como el cuadro tarifario, la concesión del mercado y otras cuestiones que hacen que las cooperativas estén apretadas económicamente y son las que más dificultades tienen dentro de las paritarias. Sin embargo, hasta hoy, nosotros con la Cooperativa de Chacabuco, si bien hay algunos problemas económicos y financieros en la empresa, nunca hemos tenido problemas en el cobro de la paritaria; jamás.
-¿Qué dimensión tiene hoy el sindicato? ¿Cuántos afiliados?
-Dentro de la seccional de Luz y Fuerza local tenemos una lectura particular del tema: no cargarnos de empleados en las épocas de bonanza y no achicarnos en las épocas de tempestad. Entonces, hace unos quince años que tenemos acordado de palabra con la cooperativa que el personal que se jubila se repone y mantenemos el número de entre noventa y noventa y tres trabajadores en lo que se refiere a la parte eléctrica. También hay otras ramas y sectores que se manejan aparte. Hay momentos en los que necesitaríamos algún trabajador más, pero nos acomodamos gestionando el orden de los trabajos y nos arreglamos, porque insisto: nunca fue nuestra idea sobrecargarnos de afiliados. Priorizamos una seccional que sea sindical, política y socialmente activa y con un número de afiliados al que consideramos el necesario, no más.
Publicado en Cuatro Palabras de 14/01/2016(pag. 5)