Elvis Presley hubiera cumplido 80 años

No fue sorpresivo que no lo lograra. Su muerte, a los 42 años, fue de todo menos inesperada. Funcionó como la resolución de un camino de ascenso fulminante y cruda decadencia: el niño blanco pobre que transmutó en estrella de rock, ícono sexual y luego fue ungido como rey se ahogaba entre sus propias pastillas y miserias. Lo más atractivo y sorprendente es la música que había creado y la multiplicación geométrica de un mito que –gracias a la siempre diligente industria del entretenimiento estadounidense– alcanzaría dimensiones globales.

Dos, tres: muchos Elvis.

En poco más de 24 años de carrera el músico nacido en Tupelo (Misisipi, EE UU) encarnó múltiples vidas y significados. Lo más tradicional es enfrentar al joven Elvis, el de la voz exacta y la cintura endiablada, ese capaz de desafiar y seducir a la moral media de los EE UU con el Presley crepuscular, hinchado, y grotesco, que por momentos jugaba a ser crooner en Las Vegas. Entre esas dos puntas su figura marcó generaciones para siempre. También fue actor (en películas nunca audaces, pero casi siempre muy exitosas), se alistó en el ejército norteamericano, coqueteó con la CIA y bastante más.

Acercarse a comprender el impacto de Elvis en la cultura norteamericana exige un importante ejerció de abstracción. Todos conocen quién era y de qué se trataba. Pero desde los ojos de hoy. En la conservadora y racista EE UU de 1956 su irrupción en la vida cotidiana tomó dimensiones de revolución cultural. Su gran talento como cantante, su carisma, su perfil desafiante y su flexibilidad para adaptarse a distintos géneros le permitieron construir un estilo único. Como todo gran fenómeno se explica y se entiende por sus particularidades, pero también por su entorno. Elvis cantaba como negro, pero era blanco. Justo lo que la sociedad norteamericana podía aceptar. Su ascenso coincidió y se alimentó de las nuevas estrategias de la industria cultural: el deseo y consumo adolescente como motor de mercado. De su lado también estaba el Coronel Parker, un mánager cuestionado y poco escrupuloso, pero audaz y eficiente.

Elvis hoy es un símbolo del rock. Pero también cantó country, blues, rhythm and blues, gospel, bluegrass, himnos religiosos, hillbilly, baladas y mucho más. Su enorme personalidad le permitió dejar atrás a colegas contemporáneos y/o precursores como Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Little Richard y Johnny Cash. Primero con el pequeño sello Sun Records y luego con RCA lanzó clásicos todoterreno como I Got A Woman, Heartbreak Hotel, l’m Counting on You, I Was The One, Blue Suede Shoes, Love Me Tender y Hailhouse Rock, entre muchos otros. Sus números de ventas y en los ránkings son apabullantes –ver recuadro–.

El 16 de agosto de 1977 su cuerpo le dijo basta después de años de abusos de consumo de todo tipo. Fue casi Gardel, Michael Jackson mucho antes de Michael Jackson, un símbolo que atrae a lunáticos de todo el mundo que siguen soñando ser él o por lo menos encontrarlo vivo en una gasolinera perdida. Un mito y un negocio que en pleno siglo XXI no se detiene.

Algunos datos que dan cuenta de su éxito

Con 55 millones de dólares de ingresos al año, Elvis sigue ocupando el número dos de la lista Forbes de personajes famosos muertos, sólo por detrás de Michael Jackson.

Vendió más de 1000 millones de álbumes en todo el mundo, un récord mundial que sigue sin superarse. Elvis grabó más de 40 álbumes de estudio y más de 700 canciones diferentes.

Según la Sociedad Elvis Presley, sus discos y videos fueron premiados en 72 ocasiones con el oro, en 59 con el platino y en 43 con el multiplatino.

Actuó en 33 películas de cine, entre ellas dos filmes de sus conciertos.

Su concierto Aloha from Hawaii, retransmitido en directo en unos 40 países el 14 de enero de 1973, fue visto por entre 1000 y 1500 millones de personas.

En 2005, una empresa estadounidense pagó 100 millones de dólares (76 millones de euros de entonces) por los derechos del nombre y la gestión de la famosa casa de Presley «Graceland» en Memphis.

En 1982, «Graceland» se convirtió en museo y desde 2006 es considerado monumento nacional. DPA.

Elvis Presley (1956)

Primer larga duración de Elvis y debut en RCA. No es su disco definitivo ni el más parejo de su carrera. Pero desata un poder simbólico enorme e incluye algunas canciones indelebles. La belleza de «Trying to Get to You», el gospel «I’m Counting on You» y la melancolía de «Blue Moon» marcan el pulso de un trabajo histórico que marcó un antes y un después.

Elvis is back! (1960)

Presley hizo el servicio militar en Alemania, en plena Guerra Fría y rompió el corazón de miles de jóvenes en todo el mundo. Al menos artísticamente logró redimirse con Elvis is back!. La profunda y adhesiva «Fever», la divertida «Make Me Know It» y la febril «Dirty, Dirty Feeling» mostraban que el poderío de su voz y carisma seguían intactos.

From Elvis in Memphis (1969)

Para muchos, el mejor disco de su carrera. Incluye joyas como «In The Guetto», «Any Day Now» y «Only The Strong Will Survive». También funcionó como una reivindicación de su talento. Durante gran parte de los 60 Elvis se había dedicado al cine pochoclero acaramelado con canciones de ocasión. Con From Elvis in Memphis se permitió volver a mostrar su mejor cara.

«Lo tenía todo»

Por John Mc Inerny (*)

«Lo conocí por mi padre, que tenía una gran colección de vinilos de jazz, blues, soul y algo de rock. Me acuerdo que lo escuché por primera vez y jamás me lo pude sacar de la cabeza.

Lo tenía todo: una voz increíble y un carisma capaz de conmover al más incauto. Su vida fue increíble. Fue la primera gran estrella global de la música. Su influencia es notable aún hoy.

Como artista tuvo muchos períodos. Sus comienzos verdaderamente endiablados, su período más refinado y su etapa final de los ’70. Para muchos es la de la decadencia. Pero a mí es la que más me conmueve. Su voz estaba muy madura, transmitía más que nunca y tenía músicos grandiosos. Su repertorio también se había hecho más amplio.

Yo estuve en Memphis durante un aniversario de su muerte y es un fenómeno increíble. Va gente de todo el mundo peinada y vestida como él, y lloran como si Elvis hubiera muerto ese día. Son fenómenos que no logró ningún otro artista».

Fuente: http://todoshow.infonews.com/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *