El profesor Darío Speranza(primo del ex concejal PRO de Chacabuco, Luis María Speranza) es el nuevo intendente de Chivilcoy luego de jurar por los Santos Evangelios y la Constitución Nacional en un recinto del Concejo Deliberante desbordado de público, que explotó en una ovación ante el ‘Sí Juro’ que Speranza expresó con voz firme frente a Ovidio Pollaroli, responsable de tomarle el juramento de rigor y flanqueado por los ex intendentes Ariel Franetovich, Aníbal Pittelli y la diputada provincial Graciela Rolandi.
Speranza fue puesto en funciones en una Sesión Extraordinaria del Concejo Deliberante en el que hicieron uso de la palabra los presidentes de cada uno de los bloques: Daniela Reparaz, del FpV; Lourdes Zaccardi, de la UCR; Sebastián García De Luca, del espacio macrista; Juan Ignacio Curcio, de Frente Renovador y Fabio Britos por Unión Celeste y Blanco; el presidente del Concejo, Dr. Ovidio Pollaroli; la diputada provincial Graciela Rolandi, el presidente de la Adif, Ariel Franetovich; el jefe de gabinete del Ministerio de Interior y Transporte, Aníbal Pittelli, quien dejó recientemente sus funciones de intendente y el cierre lo hizo el propio Darío Speranza.
“Convoco a todos de corazón a que me ayuden y que participemos en este cambio de la ciudad a la que amamos tanto”
En su primer discurso como jefe comunal, Speranza agradeció las palabras de los concejales y de su “amigo hermano” Ariel Franetovich y añadió: “Fueron diez años difíciles pero felices de estar acompañando a Ariel y Aníbal en un proyecto político que encabeza Florencio pero tiene a un montón de compañeros que anónimamente dan su vida por este proyecto nacional y popular y la verdad que me siento orgulloso de pertenecer a ese espacio y tener 25 años como militante de la política, cuando “Togo” Randazzo me afilia al partido peronista. Llego acá como militante y con las banderas de los que menos tienen y es y será mi obligación trabajar por los que menos tienen. Como bien decía Ariel y por eso me encanta pertenecer a este partido, porque tener un tipo con los valores, fuerza que tiene Ariel, hace que uno se sienta respaldado por un montón de compañeros. Me siento contento porque cuando nos hicimos cargo todos en el 2003, encontramos una ciudad arrodillada, una ciudad que había perdido toda posibilidad de mejoras, la gente no tenía trabajo, no había obra pública, el hospital era lamentable y la salud y educación no eran para los que menos tenían”.
