Roma al borde de la quiebra

Fuertemente endeudada, la ciudad de Roma se encuentra al borde de la quiebra después de que el parlamento rechazara otorgarle una ayuda financiera especial, lo que se revela como un verdadero rompecabezas para el nuevo primer ministro italiano, Matteo Renzi.
El alcalde de la ‘Ciudad Eterna’, Ignazio Marino, amenazó con suspender todos los servicios municipales -transportes, recolección de residuos, etc.- si no se encuentra una solución rápida.
«¡No seré un nuevo Nerón!», advirtió, haciendo alusión al terrible emperador romano, quien tocaba la lira mientras miraba cómo la ciudad se incendiaba.
Marino, quien administra la capital italiana desde hace apenas varios meses, tras las elecciones municipales de junio pasado, ha tenido que enfrentarse a un déficit presupuestario de 816 millones de euros. La ciudad podría ser puesta bajo tutela de administración si no logra superar este déficit, para lo que debería tomar drásticas medidas.
El primer regidor recordó que Renzi, dirigente de centro-izquierda y exalcalde de Florencia, quien acaba de ser designado primer ministro, había prometido adoptar medidas urgentes para ayudar a la capital.
«Roma ha malgastado el dinero durante décadas. No pienso gastar ni un solo euro que no esté presupuestado», declaró Marino, tras las críticas lanzadas por la Liga Norte, partido de extrema-derecha que ha contribuido para el rechazo del texto que habría permitido inyectar dinero a las cajas de la administración capitalina.
En el mismo se preveía una financiación por parte del Estado como una compensación suplementaria consecuencia de su rol de capital, entre otros por la enorme afluencia de turistas y las numerosas manifestaciones nacionales que acoge.
Otras ciudades, que también enfrentan grandes dificultades financieras, no consideran que esta eventual ayuda a la capital sea equitativa.
«No vamos a bloquear la ciudad pero esto quedará en punto muerto. Se bloqueará ella misma si no cuento con los medios para adoptar medidas presupuestarias y, por el momento, no puedo utilizar mi dinero», declaró el alcalde romano a la cadena de televisión de información continua SkyTG24.
Según subrayó, los autobuses podrían dejar de circular a partir del domingo próximo puesto que los servicios no disponen ni siquiera del 10% del monto total necesario para cargar combustible en sus depósitos durante el mes de marzo.
Añadiendo, «con el dinero que disponemos en el presupuesto de hoy en día, puedo reparar una calle de Roma cada 52 años. Eso no es precisamente lo que llamo mantenimiento».
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