“El modelo está agotado y no saben cómo salir”

En la última edición dominical del diario De Hoy de Chacabuco, el dirigente del PRO Luis Speranza hizo una entrevista con el periodista Eduardo Carboni de la que transcribimos algunos pasajes:
El inusitado calor de enero parece ir en consonancia con las altas temperaturas de la política nacional argentina. Los conflictos se agudizan, los problemas se amontonan. Hay crisis en todo lo que tiene que ver con la energía: gente sin luz desde diciembre en la ciudad de Buenos Aires, aumento del precio de las naftas. El dólar que trepa hasta los 12 pesos; la inflación que se hace imparable; los acuerdos de precios de productos básicos son cada vez más limitados.
Sobre lo que podría englobarse como situación nacional actual habla Luis Speranza, dirigente local del Pro, que no escatima cuestionamientos ni criticas fiel a su estilo.
¿Estamos en una situación de desgobierno? ¿El gobierno ha perdido el GPS?
Lo que se percibe es lo que realmente pasa. No creo que haya un no gobierno, sucede que hay un modelo que, evidentemente, se agoto, que llego a su fin. Quienes entendemos las cosas de otra forma, sabíamos que esto iba a pasar. Recuerdo, allá por 2007, cuando yo decía que el dólar tenía que estar a 7 pesos, todos me miraban como a un loco, pero la realidad es que este tipo de políticas populistas ya sabemos cómo empiezan y como terminan. Empiezan con una maxidevaluación – lo hicieron Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Eduardo Duhalde y lo continuo Néstor Kirchner, que es dolorosa pero necesario hacer, pero después hay que continuarla con otro tipo de cosas. El populismo hace esa maxidevaluación y después usufructúa el colchón que le deja. En la posdevaluación no se hace más que populismo y demagogia, y todo lo que hay que hacer no se hace: grandes obras de infraestructura, una política energética adecuada, una política de de contención del gasto publico adecuada, potenciar las exportaciones y hacer una verdadera política de sustitución de importaciones y una política cambiaria adecuada, regulada por el estado, pero adecuada. De todo eso nada se ha hecho. Entonces, al no hacerlo indicado, esta maxidevaluación del comienzo termina necesariamente en un caos económico como en el que recién estamos empezando a ver: exceso de emisión monetaria sin ningún tipo de respaldo, caídas de reservas, problemas energéticos, grandes problemas de infraestructura. No nos olvidemos que quienes hablan de modelo, lo único que han hecho en diez años es remodelar plazas y edificios públicos, algunas cuadras de asfalto tirado así nomas por encima de la tierra…, y poco más. Mucha fiesta , mucha pachanga y poco mas de otras cosas.
“No se le ha dado ninguna importancia que se le debe dar al sector agropecuario agroalimentario. Fijémonos que hoy, Uruguay nos ha desplazado, no solo como exportador de carne, sino también como exportador de trigo. ¡Uruguay! Nos está vendiendo energía apoyándose en un tema que liga con los derechos humanos. El Presidente Mujica quiso decir que nos presta luz de lastima. Paraguay nos ha superado como exportador de carne. Si durante diez años, y después de una megadevaluación como fue la de Duhalde en 2002, no hicimos absolutamente nada en el medio, terminamos si o si de esta forma, y ellos lo saben, y la Presidente lo sabe, por eso es que dijo basta, hasta acá llegue. Para solucionar esto, ¿Qué hay que hacer? Indefectiblemente, un nuevo ajuste, forzoso, que seguramente va a recaer sobre quienes están más desprotegidos económica y socialmente. Porque el Populismo, gobernante en el país desde tiempos inmemoriales, como algún que otro intervalo menor con el que podemos estar de acuerdo o no, ha hecho demagogia en la Argentina: peronismo, radicalismo o gobiernos militares”.