Publicación solicitada: “La realidad del sector agropecuario”

(Por Pablo Goldaracena) Para no ser tedioso pondré como ejemplo el trigo, que es el cultivo próximo a definir su intención de siembra. El pasado 8, el INTA dio un informe sobre los márgenes de dicho cultivo para la próxima campaña; tomando el precio de venta futuro -y no el puesto por el mismo INTA- el cultivo en, sus versiones a porcentaje o por administración, da margen negativo. Eso sin nombrar que en los últimos siete años se han perdido 30.000 productores de trigo debido a las malas políticas nacionales.
Si tomamos el tipo de cambio oficial, y le quitamos las retenciones, tendremos un dólar para el maíz de 3,96; para trigo de 3,86 y para soja de 3,21 y costos que -en el mejor de los casos- toman un dólar de 6 ó 6,50. Esto da unas retenciones reales de 57% en trigo, 55% en maíz y 59% en soja.
Al momento quedan solamente 250.000 productores.
Pese a lo que dicen los medios oficiales y al desconocimiento de muchos, el sector aporta el 58% de las divisas del país, representa el 44% del Ingreso Fiscal, el 45% de la población está vinculada al sector y el 36% de la mano de obra tiene relación directa con el sector agropecuario.
Lo mismo pasa con la inversión: el sector gasta y/o invierte 236.000 millones por año, de los cuales, 94.710 millones son de la agricultura, 102.000 millones de la ganadería, 40.000 millones la lechería y el resto (52.500 millones de dólares) de las economías agropecuarias.
Estas son cifras conseguidas de varias fuentes por lo que son fácilmente comprobables.
Por todo esto el sector no merece ser considerado mezquino ni el culpable de los males del país, sino todo lo contrario, creo que debe ser escuchado y merecedor de políticas claras y a largo plazo y se podrá comprobar lo que muchas veces he expresado: no habría techo de producción y podríamos ser el país que más alimento generara para los consumidores del mundo y no para un mercado de tan solo 40 millones de personas.