Ricardo Casal: “Eran ladrones, no gente que necesitaba ayuda”

“Eran ladrones que se organizaron para robar. No había nadie manteniendo un reclamo social”, sostiene, contundente, el ministro de Seguridad y Justicia de la Provincia de Buenos Aires, al realizar en la tarde ayer un primer balance de las características y los alcances que tuvieron los saqueos de comercios en distintos distritos bonaerenses, así como del desempeño policial en esos incidentes.
En diálogo con este diario, el ministro señaló que no había informes previos de inteligencia que alertaran en los días anteriores sobre la comisión de este tipo de ataques a comercios.
SIN ALERTAS DE INTELIGENCIA PREVIOS
“Los informes que teníamos en la mesa de trabajo con el ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré, daban cuenta de que el día 21 iba a haber muchas concentraciones en hipermercados, como suele ocurrir todos los fines de año, pidiendo bolsas de comidas para personas de barrios carenciados. Y teníamos medianamente identificados los lugares donde las organizaciones sociales se iban a concentrar con esa finalidad. Pero el primer robo, el jueves en Maximoconsumo de Campana, fue súbito y violento, llevado a cabo por 80 personas, y ahí intervenimos rápidamente y lanzamos el alerta a todo el Conurbano”.
En ese sentido, Casal observa que, finalmente, “este año no hubo ningún movimiento de organizaciones sociales pidiendo comida en los grandes hipermercados”, subraya que, “por eso, la diferenciación clara que destacó el Gobernador y yo sostengo: los que cometieron los saqueos no era gente que necesitaba una ayuda social suplementaria para pasar las fiestas, sino que eran ladrones que se organizaron para robar, definitivamente”.
Sobre los motivos por los cuales se habrían terminado organizando estos robos en formato de saqueos, en cambio, el ministro dice no tener indicios.
“Eso lo va a establecer la Justicia. Nosotros le pasamos el listado de los 471 detenidos y ellos (los fiscales) en las indagatorias les preguntarán los motivos. Nosotros desconocemos esas cuestiones”, señala.
“MUY, MUY ORGANIZADOS”
Pero a continuación, Casal insiste. “Lo que sí, estaban organizados, muy organizados, a punto tal que hacían inteligencia previa en motos, en camionetas, algunos estaban armados, y se movilizaban con una fuerte coordinación. El despliegue no era espontáneo ni al tuntún”, cuenta.
“Tanto en Campana como el comienzo de los ataques en San Fernando, las acciones fueron dirigidas a grandes hipermercados. Pero a partir del mediodía, cuando vieron que había resistencia no violenta de la Policía en esos lugares, pero sí de contención, cambiaron la estrategia y empezaron a atacar comercios más chicos, y con grupos de 20 ó 30. O sea, se dispersaron por distintas localidades, para atacar varios lugares chicos para que la Policía tardara en llegar y eligieron, por ejemplo, los súper chicos”, detalla.
Sobre el balance de estas jornadas, el ministro señala que las localidades donde se registraron ataques fueron Campana, Zárate, San Fernando, San Martín, Malvinas, José C. Paz y Morón y Ensenada y señala que “en general, no lograron llevar a cabo saqueos integrales. Hubo respuesta rápida y eficaz de la Policía, que logró controlar y parar los robos”. Detalla que “en total, pusimos seis hombres de la Policía en estado de alerta desde la noche del jueves hasta el sábado, donde se inició un descanso parcial”.
BALANCE
“A los detenidos los tuvimos que distribuir en distintos centros de detención, para no dejarlos en los de sus respectivas zonas y no generar una afrenta en el barrio, es decir, que no estuvieran en la misma comisaría del barrio donde ellos viven”, precisó el ministro, indicando que desde su ministerio se ha pedido a los fiscales que intervienen que los hechos en que se produjeron esas detenciones sean caratulados como “robo o robo en grado de tentativa, calificado por ser en poblado y en banda”.
Ante la consulta de si, en algunos casos se puedo mezclar el robo con el saqueo originado en las necesidades de la exclusión social, Casal vuelve a ser terminante. “No, tenemos claro que así como no participaron visiblemente ninguna de las organizaciones sociales que habitualmente todos los años programan los reclamos de bolsas de comida, por la logística y la inteligencia que usaron, estaban decididos a robar, no era un reclamo social. Es más, y este es un dato clarísimo: ante la resistencia policial en las puertas de los supermercados que impedía que ingresaran, no apareció nunca un negociador pidiendo comida. Era entramos o entramos, pero nunca un representante para plantear que querían determinada cantidad de bolsas de comida para la gente del barrio tal. Nunca. En ningún caso fue así”.
Sobre la actuación policial, por último, Casal señaló que “después de ver lo que pasó en Bariloche, nos reunimos con los subsecretarios y la cúpula policial y di instrucciones claras: contener cualquier ataque a los comercios con personal de Infantería y de cuerpos descentralizados, con los efectivos locales de apoyo en las inmediaciones, sin armas letales ni palos y, fundamentales, con gases de mano no con gases de escopeta”.
Y a la hora de evaluar el resultado de esa metodología, destaca que “con esos medios logramos que los grupos se dispersaran. El personal actuó con todas las precauciones del caso, porque no hubo heridos, salvo un policía al que le pegaron con un fierro en la cabeza y está grave internado en el Hospital Churruca. De no haber sido por el prudente accionar policial, no hubiéramos tenido esta solución tan pacífica”.
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